La habitación correcta y cómoda con un balconcito con vistas a la universidad. El hotel muy céntrico y bien comunicado. El personal muy amable y siempre dispuesto a ayudarte y a informarte de todo lo que les preguntes, un encanto.
El desayuno, mínimo, poquísima variación y poca cantidad, los huevos revueltos mejor ni tocarlos, es preferible solo alojamiento y desayunar en la cafetería que hay en la entrada del hotel.