Es un alojamiento tradicional. Los propietarios son una pareja entrañable que no habla nada de inglés pero nos entendimos gracias al traductor de Google. Muy atentos. Está situado en un barrio tranquilo a las afueras de Takayama (unos 20 minutos en coche). Baño compartido, almuezo tradicional a las 7:30, cama futon.