Nos gustó el recibimiento del chico, por lo demás todo fue de mal a peor: Chinches en la cama de todos los tamaños existentes, a borbotones! Llamamos al chico para que los viera y nos cambió de habitación; era más pequeña, pero suponíamos que no había más opción como sábado de noche que era. Pues más de lo mismo, menos cantidad y mi pareja no pudo dormir en toda la noche debido a las picaduras. Al día siguiente nos íbamos a León porque la idea de pasar una noche más allí nos superaba!