El servicio y atención al huésped es INCREÍBLE, todo el personal es muy amable y te ayudan en todo lo que pueden. Nuestra habitación siempre estuvo limpia cuando llegábamos, las toallas perfectamente enrolladas, amenidades suficientes para nuestra habitación. La cocina siempre limpia, las áreas comunes también, y la decoración del hostal es HERMOSA. Las habitaciones tienen calentadores que ayudan mucho con el tema de las bajas temperaturas de Cusco.
El servicio del bar a cargo de Héctor es I N C R E Ì B L E. Tiene todo para brillar, te hace la plàtica, te da recomendaciones y es muy atento y servicial. La comida que te ofrecen en el restaurante es deliciosa, pero debería de tener platillos tìpicos de la región.
El único pero que le pongo es que està poco alejado de la Plaza de las Armas.