El hotel tiene un precio razonable y esta bien situado, cerca del metro y de una zona de compras.
Las personas del hotel son amables y dispuestas a ayudar. Pero el colchon que tienen es muy malo, muy duro. Apenas pudimos dormir durante toda la noche.
La habitación se encuentra limpia, pero las sábanas y la almohada tienen ciertas manchas inquietantes que se podrían haber molestado en intentar quitarlas.
El desayuno, muy, muy pobre. Te preguntan que quieres, y te traen la tostada con la mantequilla incluida y el cafe con la leche también incluida.
Tienen un solo ordenador gratuito para poder conectarte a internet (el cual puede ser muy util). No hay Wifi.