El Carolino es un palacete al que le queda poco de palacete, esta dividido en 3 viviendas y la casa rural se ha quedado con una parte a nivel de calle que es muy muy oscura y que es la que se usa como zona diurna, la cocina tiene una ventana diminuta, el comedor no tiene ventana y el salón tiene solo una puerta acristalada que da al patio cubierto, todo eso hace que se necesita la luz artificial de día como de noche, siempre. A eso hay que añadir que el salón es realmente diminuto con solo 2 sofás pequeños puestos en paralelo y donde se pueden sentar escasamente 6 personas en una casa que ofrece 12 camas. Las habitaciones con grandes y bonitas pero en una volvemos a quedarnos sin ventanas, puesto que solo tiene 2 ventanucos muy altos que solo se abren de forma batiente y no dejan ver nada del exterior. La decoración de toda la casa es una mezcla de rustico y moderno que nos ha gustado mucho, pero el mobiliario es un poco escaso, hemos echado de menos algunas sillas o sillón en las habitaciones, algo para dejar la maleta, y en el baño algo para dejar la ropa y la bolsa de aseo y por supuesto mas asientos en el salón.
En una zona de bodegas como Navarra también hemos echado de menos algunas copas para tomar el vino que habíamos comprado.
Pero no todo esta mal en el Carolino, Monica es un encanto y el patio es muy acogedor y agradable, todo esta muy limpio y la casa esta en la zona mas bonita del pueblo, aunque como esta justo en frente de la iglesia y el reloj toca todas las horas así como los 1/4 y los 1/2, día y noche, para el sueño a veces es bastante molesto. Hay cosas que se pueden arreglar fácilmente y estoy segura que Monica con el tiempo lo hará, otras son mas complicadas pero a pesar de todo hemos disfrutado del fin de semana.