Una casona rural alejada de las zonas más turísticas. Ideal para desconectar del ruido del mundo. A 15 minutos en coche de hermosas playas, faros, acantilados, paseos por el río... Lo mejor, sin duda, la acogida de los vecinos. Atentos siempre a nuestras necesidades y muy generosos. Tanto nuestros hijos como mi mujer y yo hemos disfrutado muchísimo la estancia. Gracias por todo Guadalupe. Si Dios quiere, repetiremos.