Yo tengo que viajar mucho a Puebla por trabajo y siempre había sido mi destino favorito, principalmente por el servicio, porque siempre estaba todo impecable y me sentía como en casa. El año pasado estuve casi el equivalente a un mes en diferentes fechas. Pero dejé de venir en noviembre por un accidente y ahora que regreso el personal de recepción y restaurante siguen siendo muy amables y serviciales. La jefa de recepción Jacqueline es lo máximo, sin embargo, el pésimo trabajo de las recamaristas me hizo ya no alargar mi estancia y me cambié de hotel. La verdad me dio mucha tristeza de que por las malas actitudes de un personal, pierdan a sus clientes frecuentes. Les deseo lo mejor y que mejoren. La falta de actitud de servicio de las re camaristas no es afín al nivel de hotel que quieren manejar. Por otra parte es muy importante que le den mantenimiento a sus cuartos, las bisagras de las puertas de baño, el control de la TV, el control del aire, los empaques del lavabo, etc. Si vuelven a ser un lugar con excelente hospitalidad avísenme y regreso con mucho gusto. Lo más humillante fue que la recamarera mandara decir que como salía a las 17 ya no tenía obligación de atender el cuarto porque había checado tarjeta. Siendo que el día que llegué tuve que esperar hasta 18:30 porque no estaba lista la habitación. Ojalá hagan cambios radicales y más capacitación.