Fue un placer alojarnos aquí, a destacar especialmente Leonardo y su mujer que no pueden ser más amables! Es una casita pequeña con un jardín y barbacoa que la hacen ideal para pasar unos días cerca de todo en las rías baixas, el acceso es estrecho, pero todo es cogerle el truco, nosotros íbamos con bicis ancladas al coche y no hubo ningún problema, gracias!