No me gustó, aunque es raro, no el trato del personal que me atendió a la llegada ni la habitación, el personal frío, lento y cuando solicitamos un accesorio ni nos resolvió nada ni siendo miembro de Meliá Reward. Aunque no hayamos pagado directamente a Meliá siempre se debe tener en cuenta.
La habitación era la más pequeña del hotel, y no la de menor precio, con un extractor del cuarto de baño ruidoso, calurosa y pequeña. Y sobre todo sin el más mínimo detalle y sin opción, como antes he dicho, a tenerlos.