Como en todas mis reseñas, evalúo tres aspectos clave: A. Ubicación, B. Servicio, C. Relación precio/calidad. En este caso, también hay un punto adicional que vale la pena destacar.
A. Ubicación: En Bilbao no hay Uber, así que lo ideal es comprar la tarjeta Barik en el aeropuerto y usar el transporte público. El hotel está a solo 200 metros de la parada del autobús desde el BIO y a 400 metros del estadio San Mamés y su estación intermodal. Además, hay supermercados, restaurantes y cafés por todas partes. Todo queda a una corta caminata, perfecta para bajar los pintxos.
B. Servicio: Llegamos antes del check-in y nos dieron la habitación de inmediato. El personal fue muy amable en todo momento. Nos ofrecieron el desayuno, pero con tantas opciones cerca, no lo tomamos.
C. Relación precio/calidad: Las habitaciones no están bien insonorizadas, así que el descanso puede verse afectado. Aun así, el gimnasio es excelente: amplio, bien equipado, con A/C, agua fría y toallas. Lo mejor que vimos en nuestra ruta.
Extra – Impacto social: Este hotel forma parte de una organización que emplea al menos un 40% de personas con discapacidad. Un detalle que merece aplauso y que nos motiva a volver, incluso con los problemas de ruido.
Mi opinión: Un hotel con propósito, buena ubicación y excelente atención. Volveremos.
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