Puente de relax y desconexión en plena naturaleza, sin ruidos, teniendo libertad de poder comer huevos frescos cogidos directamente del gallinero, paseos por el campo con total libertad, pudimos hacer barbacoa y una estancia maravillosa que recomendamos. Gracias a la amabilidad del dueño(Antonio) conocimos sitios de interés y restaurantes de buena comida de la zona, además de su plena disponibilidad para cualquier tipo de problema.
Muy recomendable esta estancia.