Estuvimos un fin de semana. Es un lugar acogedor, el personal muy amable, la habitación tenía smart TV y aire acondicionado. El pueblecito muy bonito y bastante bien ubicado, cerca de Inca, donde puedes comprar, comer, etc. La verdad es que estuvimos muy a gusto y la única pega que pondríamos es el desayuno, que nos pareció escaso y poco variado, aunque tenías agua y café durante todo el día disponible.